Diplomas infantiles y primeros pasos en el mundo del arte
Autora: Anna Mamchur (Liakhovetska)
País de los primeros premios: Ucrania
Mi historia: cómo los diplomas se convirtieron en pasos
La pintura me acompaña desde la infancia. Desde los primeros años en la escuela sentía que los pinceles, el papel y los lápices no eran solo materiales, sino una forma de hablar con el mundo sin palabras. Fue entonces cuando comencé a participar en concursos y exposiciones, y muy pronto mis obras empezaron a recibir premios.
Los primeros diplomas los obtuve aún en mis años escolares en Ucrania. En 2004 mis dibujos fueron galardonados con el diploma de primer grado en la fase regional del festival-concurso nacional «Shevchenko en mi corazón» (Jmelnitski). Ese mismo año recibí un diploma de la Unión Nacional de Artistas de Ucrania en Kyiv, a nivel nacional. Para mí, que aún estaba en séptimo grado, fue un reconocimiento extraordinario y la confirmación de que el arte era mi vocación.
En 2005 obtuve el primer lugar en el concurso regional «El maravilloso mundo que me rodea» en la nominación «Pintura». Allí vi por primera vez una gran reunión de jóvenes artistas de diferentes rincones de Ucrania y fue allí donde sentí la verdadera emoción de la competencia creativa.
El año 2006 fue especial para mí: descubrí el mundo de las tradiciones ucranianas en el arte de la pysanka. Mis obras fueron galardonadas con un diploma de tercer grado en el festival «La Pysanka Lemka invita a los amigos» en la ciudad de Buchach (región de Ternópil), así como con un diploma por el segundo lugar en el concurso regional «La Pysanka de Podilia» en Jmelnitski. Esta experiencia me dio un sentimiento de pertenencia a profundas tradiciones populares que conservo en mi creatividad hasta hoy.
Años después, en 2013, recibí un diploma de honor del Consejo Municipal de Kamianets-Podilskyi (Ucrania) por mi contribución al desarrollo y la popularización del arte de mi ciudad natal. Ya no era una competencia infantil, sino un reconocimiento de parte de la comunidad que tuvo un significado especial.
Por supuesto, esta es solo una pequeña parte de mis reconocimientos. Desde niña tengo decenas de diplomas y certificados, desde concursos escolares hasta exposiciones locales y regionales. Cada uno de ellos es un recuerdo importante, un pequeño peldaño que me llevó más lejos.
Hoy, al mirar estos premios, no veo solo papel y sellos, sino símbolos de mis primeros pasos en el arte. Se convirtieron en el fundamento de mi confianza y amor por la creatividad, que ahora se ha transformado en un camino profesional como artista.
El arte para mí es siempre un viaje. Y estos diplomas de los años de infancia en Ucrania fueron mis primeros boletos al gran mundo de la creatividad que hoy se abre ante espectadores en distintos países del mundo.
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