San Miguel venciendo al demonio — Rafael
Título de la obra: San Miguel venciendo al demonio (Saint Michael Vanquishing Satan)
Autor: Rafael (Raffaello Sanzio) (1483–1520)
País: Italia
Año de creación: 1518
Técnica: Óleo (principalmente sobre tabla; transferido a lienzo en el siglo XVIII)
Dimensiones: 268 × 160–161 cm
Ubicación en la exposición: Louvre, Grande Galerie, sala ~712
Categoría: Composición mitológica / religiosa, retrato heroico
Estilo / escuela: Alto Renacimiento (período «Roma de Rafael»)
Contexto de creación
En 1518 Rafael recibió un encargo del papa León X como regalo diplomático para Francia — en particular, con motivo del matrimonio de Lorenzo de Médici (sobrino del papa) con Madeleine de La Tour d’Auvergne. Por ello, el lienzo se convirtió en símbolo oficial de la alianza entre la Iglesia y la Corona. Algunos investigadores señalan que su discípulo Giulio Romano pudo haber intervenido en la obra, responsabilizándose del oscurecimiento de los colores (especialmente el negro) para intensificar el dramatismo de la escena.
Argumento y composición
El cuadro muestra una escena divina: el arcángel Miguel, con brillante armadura clásica, se yergue sobre el hombro del demonio vencido, listo para asestar el golpe definitivo con la lanza. La pose abierta del ángel, su capa ondeante y las alas extendidas generan una sensación de movimiento contenido. Al fondo — rocas oscuras; la tierra infernal en llamas contrasta con el cielo claro, aportando profundidad a la composición. La línea compositiva de la lanza al demonio dirige la mirada al momento central — la auténtica culminación de la lucha entre el bien y el mal.
Estilo y técnica
Rafael recurre a elementos de la pintura clásica antigua: figura viril de Miguel, disposición armónica de los cuerpos; la serenidad del rostro contrasta con el dramatismo circundante. Su paleta original y sus transformaciones se ven completadas por tonos dorados y cálidos de efecto «metálico». Destacan la precisión anatómica y la noble grandeza clásica, influyentes para el clasicismo francés del siglo XVII.
Destino del cuadro
Tras su creación, la obra ingresó en la colección real francesa (Luis XIV) y desde 1667 se expone en los fondos del Louvre. Fue objeto de restauraciones: en la década de 1530 (con Le Primatice), en 1685 y, en la de 1750, se transfirió a lienzo para estabilizar su estado.
Mirada personal
Ante la figura majestuosa de Miguel se perciben la fuerza racional y la fe inquebrantable que Rafael transmite uniendo calma y movimiento. Me impresionó la serenidad de su rostro: no lucha, simplemente cumple su misión. El demonio tiembla, la tierra arde, el cielo brilla — y en el centro de todo ello — armonía, belleza, santidad.
